jueves, 16 de abril de 2009

"No somos menos que Boca"

El 9 dice que "muchos creen que no somos favoritos, pero no sería una sorpresa que ganemos". Y frena la pelota: "No tenemos que jugar al ritmo de la tribuna".
“Hay momentos en que uno puede atacar directamente y otros, fabricar la jugada. No se puede ir todo el partido a la misma velocidad, ningún equipo aguanta un ritmo así.”
Su tono difícilmente cambie. Son pocos los que lo habrán escuchado gritar. Pero con esa suavidad que lo distingue, Radamel Falcao igual dice muchas cosas que no pasan de largo. Por eso, cuando las preguntas le sugieren que River va de punto a la Bombonera, el volumen de su voz no se modifica, pero sí su rostro. "Se habla mucho, pero eso es más para los medios. Lo que digan de afuera no me importa. Las cosas hay que demostrarlas en la cancha. Y ahí va a ser todo diferente", ataca el Tigre.

-¿Entonces, River llega con las mismas chances que Boca?

-Los partidos hay que jugarlos, nadie gana ni pierde antes de empezar. Así que en ningún momento nos sentimos inferiores a Boca. Estamos bien y vamos a arreglar un par de cosas que nos faltan.

-¿Cuáles?

-No desesperarnos tanto por atacar. Ser más tranquilos cuando tenemos la pelota y esperar el momento adecuado para ir al frente y así encontrar espacios. No inmediatamente que recuperamos el balón debemos ir en busca del arco contrario.

-¿Y por qué no pueden manejar eso?

-Nos pasa que por momentos jugamos al ritmo de la tribuna y eso nos termina perjudicando. Así, muchas veces se hacen las cosas más por la desesperación o las ganas que por una planfiicación de una jugada inteligente.

-Gorosito dijo que River pierde la pelota muy rápiodo. ¿Concidís?

-Exacto, eso debemos aprender. Los partidos hay que leerlos y entender los tiempos. Hay momentos en que uno puede atacar directamente y otros, fabricar la jugada. No se puede ir todo el partido a la misma velocidad, ningún equipo aguanta un ritmo así.

-Justo en lo que ustedes fallan es lo que Riquelme maneja a la perfección. ¿Es la ventaja de Boca?

-Es cierto que Riquelme es un gran jugador y marca los tiempos. Con eso y todo, no siento que seamos menos que Boca. Nosotros también tenemos potencial. Muchos creen que no somos los favoritos, pero para mí no sería una sorpresa que ganemos.

-Y para ganar, ¿deberían aplicar el estilo de Boca, que trabaja más los partidos y a veces no juega mejor que River pero igual gana?

-Nosotros tenemos que encontrar una identidad. Varias veces se nos ha criticado por la forma de jugar y somos conscientes de que no mostramos un gran fútbol. Pero de todas maneras, el clásico hay que saberlo jugar, hay que encontrar la mejor manera de hacerlo, y que el juego que logremos no nos identifique sólo en este partido sino también en el futuro.

-Ischia resaltó su paternidad sobre River. ¿Les molestó? ¿Se la van a cortar?

-No tengo nada para decir sobre eso. Lo que diga el técnico de Boca es su opinión y nada más. Yo estoy más preocupado por lo que pueda pasar en la cancha que por desgastarme con declaraciones y provocaciones. Soy muy respetuoso con esas cuestiones.

-Pero me imagino que tendrás ganas de taparle la boca...

-A mí me interesa ganar por River, por nosotros, por la gente. Tampoco me preocupa ser el que haga el gol: sólo pienso en conseguir un triunfo. Sería una alegría porque es el partido más importante y porque nos serviría para acercarnos a la punta.

-¿Y sólo se piensa en Boca o también tienen en la cabeza que en una semana se juegan el futuro en la Copa?

-Hay que saber manejar esa ansiedad. Hoy estamos metidos de lleno en el superclásico. Esperemos sacar un resultado positivo porque también nos daría un envión anímico para ir a Paraguay. Ese también será un encuentro decisivo, pero a partir del lunes próximo tendremos tiempo para prepararlo.

martes, 24 de marzo de 2009

FALCAO: UN HINCHA MAS


Tiene cara de estrella pop, tono latino y perfil seductor. Por condiciones físicas y cuestiones geográficas también podría cantar reggaeton o salsa. Sin embargo, Radamel Falcao García se engancha con otro ritmo: el de la gente de River. "Yo campeón te vengo a ver, y no me importa más nada. Vamos, vamos, River Plate, no le fallés a tu hinchada", canta el colombiano cada vez que el partido le da un respiro o instantes antes del pitazo inical. Sí, como si estuviera en el paraavalancha o colgado de las banderas, pero con la camiseta número 9 en la cancha.

Falcao nunca le falla a la hinchada de River. Pero no sólo lo demuestra con su entrega en la cancha y sus goles. Es difícil de apreciar desde la tribuna, pero la cámara de la página web del delantero captó claramente uno de esos momentos en los que Radamel disfruta con los hinchas. "Me sale así, lo hago porque me emociono con la gente de River", cuenta. "La imagen se tomó en el partido contra Banfield, mientras el juego estaba parado porque Lucchetti estaba en el piso", aporta Diego Lombana, el amigo del Tigre que realiza la página r9falcao.com junto con el goleador. "Es algo que hace seguido, pero esa vez lo pude enganchar con la cámara", agrega.

El idilio entre la gente y Falcao está en su punto más alto, ya que el colombiano no sólo pone su talento y su técnica al servicio del equipo: deja el cuerpo en cada pelota y el alma en cada grito de gol, como lo hizo el domingo.

-¿Te querías abrazar con todos los hinchas después de meter el penal?

-Sí, fue muy emocionante haber ganado así. Porque estábamos sufriendo mucho. Y aunque sabíamos que en cualquier momento lo podíamos ganar, no lográbamos convertir.

Como pocas veces, el colombiano saltó los carteles de publicidad, festejó el gol de cara a los hinchas y se besó la camiseta, esa que aprendió a querer desde muy chico en San Marta, su pueblo natal. "Yo soy hincha de Millonarios en Colombia y por lo general el hincha de Millonarios sigue a River. De hecho, en el Monumental hay banderas con el escudo de Millonarios de Bogotá. También me gustaba River porque estaban Angel y Yepes. Y después, cuando llegué al club, ya el vínculo fue más fuerte. River es mi casa", recuerda siempre el delantero. También se cansó de decir, desde su debut en Primera, que no iba a irse "sin dar una vuelta olímpica con esta camiseta". Y si bien ya cumplió su sueño el año pasado con el equipo de Simeone, ahora quiere otra. "La fecha ha sido muy buena para nosotros porque los equipos que estaban adelante no sumaron mucho y nos acercamos. Estamos ahí, pero aún debemos conseguir una continuidad en el juego".

-¿Con este nivel no les alcanza para pelear el campeonato?

-Nosotros no nos reconocemos como candidatos. Estamos ganando y jugando bien, pero falta mucho todavía para que empiece a definirse el torneo.

-¿Por qué son tan capaces de dar vuelta un partido como de perderlo con facilidad?

-Nosotros también nos preguntamos por qué el equipo cambia tanto el nivel. Algo mal estamos haciendo y lo tenemos que corregir. Por la ansiedad de atacar, quedamos muy largos, no damos tiempo a que la defensa salga y estamos expuestos a la contra. Hay que buscar el espacio para manejar la pelota y encontrar el hueco para atacar. Pero también hay muchas cosas positivas: la confianza, la determinación, la convicción de buscar hasta el final y no rendirnos, jugar muy bien por momentos... Eso es importante.

-Y que ahora ganan partidos que antes perdían.

-Sí, y eso nos produce una gran felicidad porque en otros momentos los perdíamos y sufríamos mucho. Lo que nos falta es reivindicarnos en la Copa. Y, así, seguir cantando.

lunes, 23 de marzo de 2009

Falcao : El gallina de los huevos de oro

Falcao fue el abanderado de la reacción de River y le pidió a Gallardo la pelota más caliente del partido, la del penal: lo metió para quedar a un puntito de Lanús.
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A los 48 minutos del ST el Tigre la metió de penal: derechazo cruzado y esquinado, 2-1. Delirio Monumental.

Mirá los huevos que tiene este pibe que me viene a pedir el penal en el último minuto". La frase nació de boca de Marcelo Gallardo hacia los oídos de un Diego Barrado testigo del momento más caliente de la tarde. Con el Monumental en ebullición y con los jugadores de San Martín ladrando y haciendo cuernitos, Falcao se acercó al Muñeco y le dijo que quería hacerse cargo del tiro del final. Merecía ser el héroe del triunfo y asumió el riesgo de fallar en una responsabilidad que no le correspondía. Pero no falló. Con apenas unos pasos de carrera, acomodó el tiro contra un palo y desató la locura. La de los hinchas y la propia, saltando los carteles, besándose la camiseta y gritando el gol con tanta furia como la entrega que había dado durante más de 90 minutos.

No falta mucho para que los hinchas empiecen a ovacionar a Falcao. Por su actitud en la cancha, por su entrega, por su garra y por su incansable corazón. A cuatro años de su debut en Primera (se cumplieron el 6 de marzo), el colombiano llegó a un punto de maduración que lo distingue del resto. Es un nueve que no vive en el área listo para empujar la pelota, tal vez por culpa de que sus compañeros nunca le generan una situación así. Por eso, va a los costados, se retrasa unos metros, se esfuerza en cada centro y gana en lo alto, no por estatura sino por su gran salto, como pasó seguido ante los tucumanos. Hace amonestar a los rivales (Pérez Castro y De Muner) y se banca una amarilla injusta porque no simuló: fue un claro penal el que le cometieron en el inicio del segundo tiempo.

Ya tiene admiradoras que lo idolatran como Marta Gallardo -la hermana del Muñeco- que paró a Falcao a la salida del vestuario y se llevó una foto guardada en el celular de su papá Máximo. Y así como hay hinchas que lo ponen entre los elegidos, los propios compañeros del delantero también lo destacan y hasta Gorosito asegura que el colombiano es uno de sus indiscutidos. "He crecido muchísimo en este último tiempo y trato de transmitir con juego y ganas", responde ante los elogios, evitando el autobombo. Entonces, prefiere contar que le pidió el penal a Gallardo "porque el técnico nos da libertad para elegir y yo me sentía con mucha confianza. Marcelo es un gran profesional, me vio con ganas y me lo dejó. Eso demuestra la calidad del grupo".

El grito desaforado del gol fue el desahogo de tanto esfuerzo acumulado, de tanto huevo que puso durante el partido y que él sentía que no había sido suficiente para lograr un triunfo clave tanto para ponerse a un punto de Lanús como para recuperarse de la derrota en la Libertadores y de la mala imagen que había mostrado en el primer tiempo de ayer. "Para nosotros era muy importante ganar. Y por suerte lo pudimos conseguir sobre la hora", explica el emblema de la reacción ante San Martín, el abanderado (junto con Ahumada) de cómo se debe sentir y defender la camiseta de River. Ese es Falcao, el gallina de los huevos de oro.

martes, 10 de marzo de 2009

El Gladiador

Después de su gran partido ante Arsenal, en el que terminó jugando como doble cinco, Radamel Falcao no anduvo con chiquitas: "Cuando terminé me sentía entero, y eso que había jugado el jueves por la Copa". "Muchas veces por querer hacer más, termino haciendo menos", contó el delantero.


Con actuaciones como las del domingo ante Arsenal, el colombiano Radamel Falcao se va ganando un lugar importante en el corazón de los hinchas de River. Pero también porque es uno de los símbolos del equipo de Gorosito. Porque fue él, justamente, el encargado de arriar la bandera en el verano y pedir públicamente por la llegada de un enganche. Y le dieron el gusto con Marcelo Gallardo. Por eso, el delantero es palabra autorizada. Y, en medio de la euforia, pisa la pelota y aclara que todavía "hay que buscar el equilibrio".

"El equipo tuvo un comportamiento muy bueno, ordenado y responsable que le permitió dar vuelta el partido con Arsenal. En otro tiempo no hubiera sido así", arrancó Falcao en Radio La Red. Sobre su trabajo contra los de Garnero, opinó: "Me sentí muy cómodo. Cuando fue necesario dar una mano en otra posición, lo hice. Al final del partido seguía entero. Eso me dejó alegre porque había jugado dos partidos en la semana", reconoció.

"Este partido puede ser un reflejo de lo que buscamos. Ahora hay que buscar el ideal, el equilibrio", agregó. Además, dijo que uno de los secretos de su labor fue que se enfocó exclusivamente en su tarea. "Muchas veces por querer hacer más, termino haciendo menos".

"Ya había jugado con Gallardo y uno puede leer lo que él va a realizar lo que va a hacer. Es un futbolita que hace jugar al equipo. Sabe cuando atacar y cuando no, y te puede dar un pase de gol".

En el final, reconoció que "la derrota con San Martín por la Copa era evitable", y que "no estamos pensando en Boca ni en otro equipo. No somos los punteros, estamos cerca. Tenemos que preocuparnos por River".

lunes, 9 de marzo de 2009

Falcao, el líder de la entrega



En el verano se hizo escuchar sin necesidad de gritar y pidió un referente. D'Alessandro o Gallardo, sugirió y enseguida los dirigentes le hicieron caso. Para Gorosito, antes de asumir, era uno de los jugadores que más lo seducía dirigir y por eso su lugar entre los 11 nunca estuvo en discusión por más Fabbiani que se llame. Y sus compañeros, sobre todo los chicos que llegan de las Inferiores, ya lo miran de otra manera, con respeto. Ya no es el pibe que prometía sino un referente del grupo, no por levantar la voz sino por su profesionalismo y entrega. Con 23 años, y cuatro recién cumplidos en Primera, llegó su maduración y River lo disfruta. Imponiéndose en el juego aéreo, desgastando a los zagueros rivales, marcando su territorio, retrocediendo cuando no le arriman la pelota y hasta acomodándose de doble cinco cuando el equipo lo necesita, cumple en todo. En otros ámbitos sería un alumno ejemplar o un yerno ideal. Pero lo suyo es el fútbol y, entonces, es una pieza que nunca puede faltar en este River. ¿Rotación? Su impecable estado físico, el que le permite meter un pique desde el campo propio al área contraria cuando el partido se termina y muchos piden la hora, hace que no sea necesario darle descanso a este Falcao líder.